La recogida de los envases de cartón para bebidas es un eslabón clave en la cadena de reciclado. Es especialmente importante por la composición de estos envases: su diseño multicapa, que requiere de tecnologías y plantas especiales capaces de separar las fibras de cartón de los polímeros y el aluminio para tratar cada material de manera separada.

El contenedor amarillo: el primer paso hacia el reciclaje de envases de cartón para bebidas

España ha logrado posicionarse como uno de los principales referentes en Europa en cuanto a la recuperación y reciclaje de envases: ocupamos el segundo puesto, solo por detrás de Alemania.

Este éxito se debe, en gran medida, a la implementación del contenedor amarillo como una parte fundamental de los sistemas de recogida selectiva de residuos. Según datos proporcionados por Ecoembes, se estima que existen actualmente 383 508 contenedores amarillos distribuidos por todo el país. Esta amplia red permite que la población pueda implicarse activamente en el proceso de reciclaje.

Estos contenedores se destinan específicamente al reciclaje de plásticos, latas y envases de cartón para bebidas, también conocidos popularmente como “briks”. Aunque estos últimos cuentan con un 75% de cartón, también están fabricados con un 25% de polietileno y aluminio para evitar fugas, proporcionar estanqueidad y proteger su interior de la luz y el oxígeno. Esto nos indica que no deben ser desechados en el contenedor azul (papel y cartón), como pudiera parecer, sino en el amarillo.

Tras la recogida, comienza la transformación: el camino hacia un nuevo ciclo de vida

Tras su recolección, comienza el proceso de reciclaje que tiene sus peculiaridades debido a su diseño multicapa.

  1. Clasificación. Los envases de cartón para bebidas son llevados a plantas especializadas para separarlos de otro tipo de envases.
  2. Reciclaje. Estas balas se llevan a una planta recicladora específica donde se puedan separar las fibras de papel del resto de los materiales (polímeros y aluminio) que forman los envases de cartón para bebidas.
  3. Reutilización. Una gran parte de la fibra de papel que se obtiene de este proceso se utiliza para fabricar papel reciclado de alta calidad, pero también para elaborar bolsas de papel, cartón ondulado, hueveras o cajas de cartón entre otros. El resultado de estas fibras es un material versátil y muy valorado por la industria que, además, puede volver a reciclarse.

Respecto a los otros dos componentes ―el plástico y el aluminio― también pueden tener una segunda vida tras someterse a su específico proceso de reciclaje. ACE invierte grandes recursos en plantas de reciclado específicas para el tratamiento del PolyAl, como es el caso de Palurec, en Alemania, donde se tratan aproximadamente 20 000 toneladas al año de estos materiales. En España actualmente hay 6 proyectos en desarrollo para poder reciclar estos componentes localmente.

Es importante destacar que el reciclado de los envases de cartón para bebidas no solo contribuye a la reducción de residuos y al ahorro de materias primas, sino que también tiene un impacto positivo en la mitigación del cambio climático. Los estudios de evaluación del ciclo de vida (ACV) han demostrado que los envases de cartón para bebidas tienen la huella de carbono más baja para las categorías de leche y zumo, en comparación con las botellas de PET (47%) y las botellas de vidrio (80%). Esto se debe a su composición a partir de materiales de origen renovable y al transporte eficiente, pero también a su proceso de reciclado.