El cambio climático es cada vez más evidente. El ascenso de la temperatura ―con consecuencias en todos los ecosistemas― tiene una relación directa con el volumen de gases de efecto invernadero que, por la acción humana, se vierten a la atmósfera. Dada la importancia de las consecuencias de las emisiones, se estableció un indicador medioambiental para conocer las toneladas de gases de efecto invernadero que se generan y, así, conocer su impacto real y tomar medidas para corregirlo. Este indicador es lo que conocemos como “huella de carbono”.

Desde este año y con el objetivo de poder alcanzar la reducción prevista de cara a 2030, las empresas están obligadas a medir y reducir su huella de carbono, tal y como se establece en la la Ley 7/2021 de 20 de mayo de Cambio Climático y Transición Energética en España.

Transparencia ambiental: qué es el certificado de huella de carbono

El certificado de huella de carbono es un informe que elabora una entidad oficial acreditada donde se verifica si las empresas cumplen con los requisitos establecidos. Las empresas certificadas cuentan con esta señalización pública en sus productos y servicios, por lo que los clientes pueden también identificar que están siendo ecorresponsables.

Existen tres tipos de sellos o modelos de certificación:

  • Cálculo de CO2 según los parámetros internacionales
  • Reducción de CO2, para demostrar que la empresa ha reducido, al menos, un 3% de sus emisiones
  • Compensación de CO2, a partir de acciones que equilibren el impacto.

Con este certificado las empresas no solo pueden demostrar su compromiso con el medioambiente, sino también reducir sus costes o conocer alternativas más sostenibles para incorporar a su cadena de valor.

Origen renovable, transporte eficiente y reciclado: así reduce su huella de carbono la industria de envases de cartón para bebidas y alimentos

Las compañías que forman parte de la Alianza Cartón Bebidas, tienen, entre sus objetivos de cara a 2030, descarbonizar su cadena de valor en línea con el objetivo de 1,5ºC. El objetivo es conseguir un embalaje con la menor huella de carbono.

Los envases de cartón para bebidas y alimentos han demostrado tener una huella de carbono más baja en comparación con las botellas PET y las botellas de vidrio a lo largo de su ciclo de vida. Esto se explica por:

  • Su composición -un 75% de estos envases están fabricados con cartón renovable procedente de bosques gestionados de manera responsable-.
  • Su diseño -son ligeros y fáciles de almacenar y transportar-.
  • Su proceso de reciclaje (en 2022 se recuperaron 112.431 toneladas de envases de cartón para bebidas para su reciclado).