En 2022 se emitieron 36.800 millones de toneladas de dióxido de carbono para generar energía según datos de la Agencia Internacional de la Energía, que reclama medidas urgentes de cara a conseguir la neutralidad en 2050. La neutralidad de carbono es un concepto clave en la batalla contra el cambio climático. Hace referencia al equilibrio necesario entre las emisiones de dióxido de carbono (CO2) liberadas a la atmósfera y su absorción o eliminación. En otras palabras, se trata de asegurar que la cantidad de CO2 emitida sea igual a la cantidad que se retira de la atmósfera, logrando así una huella de carbono cero.

El primer paso para alcanzar esta meta de cara a 2050, en línea con las proyecciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es reducir las emisiones tanto como sea posible. Esto implica reducir drásticamente el consumo de combustibles fósiles, fomentar el uso de energías y materiales renovables y promover prácticas responsables con el medioambiente en todos los sectores.

El papel clave de los envases de cartón para bebidas y alimentos en la neutralidad de carbono

En este contexto, los envases de cartón para bebidas desempeñan un papel importante en la reducción de la huella de carbono.

En comparación con las botellas PET y las de vidrio reutilizables, los envases de cartón para bebidas y alimentos tienen una baja huella de carbono a lo largo de su ciclo de vida por varias razones:

El compromiso de la industria: por un futuro net zero

El proceso de producción de los envases de cartón para bebidas también ha mejorado significativamente en términos de eficiencia energética y reducción de emisiones. Las empresas que forman parte de la Alianza Cartón para Bebidas —SIG, Elopak y Tetra Pak— se han comprometido a través de su hoja de ruta 2030 a avanzar en este sentido, en línea con el Green Deal.

El objetivo es que los envases de cartón para bebidas sean el envase más sostenible y con mayor capacidad de adaptación que sea renovable, con huella positiva para el clima y circular.

Uno de los principales compromisos es producir cartones para bebidas exclusivamente a partir de materiales renovables. Actualmente, todas las fibras utilizadas en la producción de cartones para bebidas provienen de bosques gestionados de manera sostenible, certificados por sistemas reconocidos internacionalmente y que garantizan una certificación de cadena de custodia al 100%.

El diseño de los envases es también un punto clave de esta hoja de ruta, donde se contempla reemplazar los plásticos derivados de combustibles fósiles por plásticos de base biológica o renovable y utilizar más fibra y menos plástico.

Respecto a la trazabilidad, los socios de ACE se han comprometido a descarbonizar toda la cadena de valor en consonancia con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C.

Por último, hay una especial mención a la segunda vida de estos envases: se espera alcanzar una tasa de recolección del 90% de los envases para su reciclaje de la que al menos un 70% sea verificada por terceros.

Estos compromisos buscan contribuir a la mitigación del cambio climático, fomentar la economía circular y promover prácticas sostenibles en toda la cadena de valor.